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AUTISMO: TRATAMIENTO

AUTISMO: TRATAMIENTO


Ninguno de los trastornos del espectro del autismo tiene cura. Todas las terapias se centran en la paliación de los síntomas y en la mejora de la calidad de vida del paciente. La terapia es generalmente individualizada y ajustada a las necesidades que el sujeto necesita cubrir, obteniendo mejor pronóstico cuanto antes se inicie. El tratamiento del autismo en este sentido generalmente incluye:

INTERVENCIONES CONDUCTUALES EDUCATIVAS

Se realizan tanto en el sujeto diagnosticado con autismo, como en el ambiente familiar inmediato. La terapia consiste en una serie de sesiones cuyo objetivo es obtener habilidades intensivas y altamente estructuradas, orientadas hacia los sujetos que desarrollan habilidades sociales y de lenguaje. Se utiliza generalmente el análisis de comportamiento aplicado. La terapia también incluye a las personas que componen el ambiente del sujeto (padres, hermanos, profesores, etc.), a fin de proporcionar soporte para éstos en el desarrollo de la vida diaria con una persona diagnosticada con trastorno autista y la adquisición de habilidades para relacionarse con esa persona.

INTERACCIÓN EMOCIONAL Y PSÍQUICA

Se refiere a la adquisición y desarrollo de habilidades emocionales de expresión y reconocimiento de sentimientos, desarrollo de empatía... Como las intervenciones socioeducativas, la terapia incluye el círculo social próximo, con el cual la expresión de sus sentimientos, frustraciones, las impresiones, etc., hacia el sujeto con trastorno autista.

MEDICACIÓN

No hay medicamentos específicos para el tratamiento del trastorno autista, por lo que siempre se utiliza la terapia paliativa para los síntomas que desarrolla el paciente. Por lo tanto, si se producen convulsiones, se prescriben uno o más anticonvulsivos específicos, y si hay impulsividad o hiperactividad, se cumple el uso de medicamentos comúnmente utilizados en pacientes con trastorno por déficit de atención. Los fármacos más comunes que se administran a estos pacientes son los ansiolíticos, los antidepresivos y los que se usan en el trastorno obsesivo-compulsivo. Actualmente, se utilizan la fluoxetina y la paroxetina (antidepresivos) y la risperidona (neurolépticos) que se usan con más frecuencia.

PREVENCIÓN DEL AUTISMO

En la mayoría de los pacientes, la sintomatología muestra un buen desarrollo con el diagnóstico y tratamiento tempranos. En general, cuanto antes comience el tratamiento, mejor será el pronóstico del paciente; Sin embargo, algunas variables muestran un desarrollo bastante negativo, ya que hay cambios en los que el sujeto presentó un desarrollo adecuado de las habilidades hasta una cierta edad, donde ocurrió una regresión progresiva no controlada.

Hay un porcentaje de pacientes que pueden desarrollar una vida personal o laboral independiente o con un bajo nivel de apoyo, aunque es común que los pacientes necesiten apoyo y servicios externos durante toda su vida.

TERAPIAS CON ANIMALES PARA EL AUTISMO


Perros, caballos, delfines e incluso leones marinos, han ayudado a discapacitados o aislados socialmente (alcohólicos, drogadictos, ancianos...) o han vuelto a estar en contacto con su entorno, o han desarrollado sus habilidades de comunicación, como en el caso de quienes padecen cualquier trastorno del espectro autista.

Investigaciones relevantes han demostrado que las personas con autismo pueden lograr grandes beneficios si asisten con animales como perros y terapias con caballos. Entre las dificultades que presentan estos pacientes se encuentran el aprendizaje tardío del lenguaje (en muchos casos ni siquiera el habla) y su incapacidad para mostrar empatía, aislándolos de las personas que los rodean y reduciendo sus posibilidades de aprender a desarrollarse en la sociedad.

Los animales preferidos para llevar a cabo estas terapias son los perros y los caballos, entre otras cosas, para ser los más disponibles en medio de nosotros. En el caso de los caballos, el equino ofrece la ventaja de ser una actividad que se realiza al aire libre y el contacto con la naturaleza. Afecta a este animal, que aún es capaz de percibir las limitaciones físicas y mentales de los pacientes, combinado con el efecto terapéutico, ofrece su movimiento y aumenta el equilibrio, la concentración y la autoestima de los afectados por discapacidades físicas o trastornos mentales.

Los perros son animales inteligentes y cariñosos que disfrutan de la compañía de los hombres y no necesitan hablar sobre transmitir su afecto, no juzgar a las personas y no requerir un nivel de comunicación exigente. Además, pueden aprender a obedecer órdenes simples y adaptarse perfectamente a la rutina que necesitan los niños con autismo.

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