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Derrame cerebral (ACV)

Derrame cerebral (ACV)


El derrame cerebral quebrantó a un número aproximado de 5,7 millones de vidas en el mundo, durante el año 2005. El 87% de estas muertes sucedió en países de bajo y medio ingreso económico. Si no hubiere una intervención eficaz, el número mundial de muertes por derrame cerebral será de aproximadamente 7,8 millones en 2030.
El derrame cerebral es una pérdida súbita de las funciones cerebrales debido a disturbios en los vasos sanguíneos que le proporcionan la sangre. Esto ocurre porque, con el pasar del tiempo, y como consecuencia de los errores en el estilo de vida, las arterias se van obstruyendo, estrechando y endureciendo. Entonces, el derrame puede acaecer de dos maneras: isquemia (falta de suplemento de sangre causada por una trombo o una embolia; cerca del 80% de los casos de derrames son isquémicos) y hemorrágica (rompimiento de un vaso con derramamiento de sangre). Como resultado, los tejidos cerebrales mueren. El área del cerebro afectada por el derrame queda incapacitada para funcionar (inhabilidad de mover uno o dos miembros de un lado del cuerpo; incapacidad de entender o formular las palabras de una conversación; imposibilidad de visualizar los dos lados del campo visual).
El derrame es una emergencia médica que puede causar estragos neurológicos permanentes y, en muchos casos, la muerte. Esta es la principal causa de incapacidad en los Estados Unidos y en Europa; y ocupa el segundo lugar como causa de muerte en el mundo. Ha sido clasificada como la tercera enfermedad más temida del mundo, después del cáncer y el sida. El mayor impacto alcanzará fuertemente a los países menos desarrollados, en la medida que su población envejece y su pueblo adopta el estilo de vida de los países más desarrollados.
Un estudio realizado por el Dr. Dean Ornish nos muestra que las arterias que están casi taponadas pueden ensancharse y, posiblemente, desobstruirse con una dieta basada en plantas, con casi cero de colesterol y solamente un 10% del valor calórico de las comidas provenientes de las grasas no saturadas.
La buena noticia es que, debido a los avances en el tratamiento de la hipertensión y un aumento de  la concientización del estilo de vida saludable (especialmente referente a los ejercicios físicos y a las prácticas alimentarias), la incidencia del derrame cerebral se redujo en más de un 50% en los últimos años.

Causas posibles del derrame cerebral

  1. Riesgos alimenticios
    - Uso frecuente de alimentos grasosos.
    - Dieta rica en carnes procesadas (jamón, salchicha, salame, mortadela, panceta).
    - Elecciones de productos ricos en azúcar (dulces, gaseosas, postres, helados cremosos).
    - Uso abundante de sal (debido a su relación con la hipertensión).
    - Bebidas estimulantes (café, té negro, té de yerba mate, gaseosas con base de cola, guaraná en polvo o en jarabe), poco uso de frutas, verduras y legumbres (especialmente los crudos) y abundancia de refinados (fideos, panes, tortas y galletitas).
  2. Obesidad.
  3. Presión alta no controlada. Las personas con hipertensión tienen ocho veces más riesgo de sufrir derrames que las personas que no son hipertensas. Estudios eipdemiológicos sugieren que aun cuando las reducciones sean pequeñas en los niveles de presión, disminuyen la incidencia de derrames.
  4. Diabetes. Esta enfermedad aumenta mucho el factor de riesgo para los derrames cerebrales.
  5. Colesterol elevado. Al analizar 25 estudios realizados en 7 países, con 583 hombres y mujeres, investigadores de la Universidad de Loma Linda, California, concluyeron que el consumo diario promedio de 67 g. de castañas, de cualquier tipo, tiene un efecto reductor en los niveles de colesterol y triglicéridos.
  6. Uso de cocaína.
  7. Triglicéridos elevados.
  8. Hábito de fumar. Tanto el fumador activo como el pasivo tienen aumentado el riesgo de sufrir un derrame cerebral.
  9. Alcoholismo.
  10. Falta de ejercicios físicos adecuados.
  11. Uso de anticonceptivos.
Cuidado con el exceso de sal. Muchas personas ingieren hasta veinte veces más sal de la que necesitan. Como consecuencia de esta ingestión elevada de sodio, la presión arterial puede aumentar, elevando el riesgo de derrames cerebrales. Las poblaciones que usan mucha salen su alimentación realmente tienen más casos de derrames. En el Japón, donde el promedio de ingestión de sal es mayor que en los Estados Unidos, esta es la principal causa de muerte en el país. En las sociedades rurales, donde el consumo de sal es muy bajo, como, por ejemplo en la Bacia Amazónica, en el Brasil, y en zonas rurales de Uganda, la hipertensión es virtualmente desconocida, aun entre personas de edad avanzada. En un estudio presentado en la Columbia School of Public Health, en Nueva York, el hecho de haber reducido la ingestión de sal hacia los bajos niveles recomendados, logró disminuir el índice de mortalidad por derrame cerebral en un 39%.

Lista de los campeones en contenido de sodio

  • Embutidos: salame, salchicha, jamón, mortadela, panceta, longaniza.
  • Ahumados.
  • Caldos concentrados (de gallina, de carne, de verduras).
  • Condimentos preparados y listos para ser usados.
  • Sopas instantáneas.
  • Saladitos industrializados en paquetes.
  • Quesos amarillos.
  • Comidas listas congeladas.
  • Conservas (pickles, palmitos, choclo, etc.).
  • Carnes conservadas en sal (carne seca, bacalao, etc.).

Prácticas que ayudan a disminuir el consumo de sodio

  • Evitar el salero.
  • Aumentar la cantidad de ensaladas crudas, usando solamente, condimentos con poca sal. Cambiar el agua de las aceitunas, hasta más de una vez si fuere preciso (guardarlas en la heladera después del cambio).
  • Disminuir o evitar el consumo de alimentos con alto contenido de sodio.
  • Disminuir la cantidad de sal de las recetas caseras.
  • Evitar condimentos preparados e industrializados.

Sugerencias de medidas referentes al ACV

  1. Verifica la presión arterial y el colesterol con regularidad.
  2. Practica ejercicios físicos regulares, activos y que te agraden. (busca una validación profesional antes de iniciar un programa de actividades físicas). Si es posible, ejercítate todos los días.
  3. No fumes (el tabaquismo duplica el riesgo de derrames cerebrales).
  4. Elimina el alcohol de la dieta.
  5. Sigue una dieta pobre en grasas, pero rica en frutas, verduras, hortalizas, legumbres en general y cereales integrales. El aceite de oliva virgen deberá usarse en cantidades moderadas (alrededor de tres cucharadas soperas por día).
  6. Desarrolla el hábito de usar muy poca sal.
  7. Abandona el uso de estimulantes (café, té de yerba mate, té negro, té verde, bebidas con base de cola, coolers, bebidas que energizan, guaraná en polvo o en la presentación de jarabe).

Alimentación indicada

  • Frutas crudas: ananá, palta (aguacate), abio (o abiu, fruta del Amazonas), mora, ciruela, guayaba, atemoya (híbrido de anón y chirimoya), banana, caqui, carambola, jaca, naranja (todos los tipos), limón criollo, lichi o mamoncillo chino, limón, mamón, cupuaçu (fruta brasileña), frutilla, mandarina, mango, melón, sandía, níspero, nectarina, durazno, piña (todos los tipos), pitanga, uva (todos los tipos), etc. Usa fruta en abundancia, variándolas bastante. 
  • Frutas secas: ciruela negra, banana-pasa (banana seca), damasco, pasas de uva, dátil, higo, etc.
  • Hortalizas y verduras crudas: todas son de uso libre; sin embargo, te sugerimos darles énfasis a las de color verde oscuro (coles, brócolis, escarola, achicoria, catalonia, berro, rúcula, pepino con cáscara, etc.; a los anaranjados (zanahoria, zapallo, zanahoria japonés, mandioca amarilla, apio criollo, etc.) y bordó/violeta (repollo bordó, lechuga bordó, remolacha, cebolla bordó, etc.). Si no hubiere contra-indicación, enfatiza también el uso de la cebolla y los ajos crudos.
  • Cereales: prefiere los cereales integrales y sus preparaciones con estos (choclo, granola, avena, pan integral, arroz integral, trigo en grano, centeno, cebada, quínoa, trigo para quipe).
  • Legumbres: los más variados tipos pueden ser usados. Deben condimentarse con aceite en pequeñas cantidades + hierbas (ejemplo: cebolla, ajo, laurel, cilantro, pimentón, orégano).
  • Huevos: evita la yema, evita freírlos.
  • Quesos: te sugerimos solamente los que son frescos y blancos; úsalos en pequeñas cantidades.

Alimentación contraindicada

  • Grasas y alimentos grasosos: carnes gordas, margarina/manteca, tocino, chicharrón, jamón, mortadela, panceta, salchicha, salame, frituras, grasas vegetales o de origen animal, recetas grasosas, uso abundante de aceite.
  • Comidas que omitan alimentos crudos o que tengan baja cantidades de estos. Si hubiere dificultades para masticar o deglutir, bate los alimentos duros en la licuadora, pícalos, rállalos, amásalos, etc. De este modo, estos podrán adaptarse a las necesidades de la persona que tiene dificultades para comer.
  • Bebidas estimulantes (café, té negro, té de yerba mate, gaseosas con base de cola, guaraná en polvo o en la modalidad de jarabe, bebidas energéticas, etc.).
  • Dulces, postres ricos en azúcar, gaseosas.
  • Quesos amarillos, quesos curtidos, quesos duros.
Observaciones: Mastica muy bien cada bocado, para evitar las grandes cantidades que sobrecargan el estómago.

Esquema de menús sugestivos

  • Desayuno: dos o tres frutas de época, bien frescas y de color intenso + dos porciones de cereales integrales (escoge recetas con base en cereales integrales) + castañas, o maní, o derivados de la soja, o semillas, o yogur descremado, o leche vegetal (estas opciones pueden estar presentes en las más variadas recetas, o ser ingeridas in natura).
  • Intervalo: mucha agua, o agua de coco, o té casero puro o endulzado con miel. Si hubiere necesidad de ingerir alguna cosa en el intervalo, prefiere frutas frescas o su jugo puro o endulzado con miel.
  • Almuerzo: un plato grande de ensaladas coloridas, preferentemente crudas + una porción de hortalizas cocidas o ensopadas (opcional) + una opción de alimento de cereal integral + una opción proteica que use legumbres, o castañas, o semillas o tofu o soja.
  • Intervalo: mucha agua, o agua de coco, o té casero puro o endulzado con miel. Si hubiere necesidad de ingerir alguna en el intervalo, haz uso de frutas frescas o su jugo puro o endulzado con miel.
  • Cena: dos o tres frutas bien frescas + cereales integrales, preferentemente tostadas de pan integral + mermelada de frutas, o paté de legumbres.
Antes de acostarte, en caso que lo desees, toma agua o agua de coco, o té casero puro o endulzado con miel.

Recetas sugeridas

  • Albóndigas de soja.
  • Asado de triguillo con castañas.
  • Bifecito de zanahorias.
  • Bombones naturales.
  • Brotaduras.
  • Cacerola de vegetales.
  • Canoas de berenjenas rellenas.
  • Rollitos de repollos (porción pequeña).
  • Acompañamiento casero (se realiza con harina de mandioca).
  • Pan de manzana con canela y nueces.
  • Pan de maíz con carne vegetal.
  • Pan semiintegral (porción pequeña).
  • Empanada asada (porción pequeña).
  • Paté de maní y miel.
  • Paté de aceitunas y berenjenas.
  • Paté de soja con hierbas.
  • Quipe de soja relleno.
  • Ricota de soja.
  • Rollo de frutas.
  • Ensalada andina.
  • Ensalada árabe.
  • Ensalada de arroz integral (porción pequeña).
  • Ensalada de avena (porción pequeña).
  • Ensalada de brócolis con paltas (aguacates).
  • Ensalada de soja.
  • Ensalada griega.
  • Ensalada refrescante.
  • Jugo de naranja dulce con brotes de alfalfa.
  • Jugo fortificante.
  • Soufflé de espinacas.
  • Fuente de paltas (aguacates).
  • Tarta de bananas o manzanas.
  • Tutu de legumbres frescas.
  • Revuelto de salchicha vegetal.

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